Los anuncios navideños se han convertido en el pistoletazo de salida para la Navidad. Al tradicional encendido de luces, la decoración navideña o las comidas de empresa y amigos se ha unido YouTube, clínex en mano, para recordarnos, entre sonrisas y lágrimas, los verdaderos valores de la Navidad y despertar en nosotros nuestro lado más generoso y solidario.

El marketing navideño es ya un gran negocio y, cada año, pequeñas y grandes marcas luchan por convertirse en el rey del anuncio más aclamado. Todos quieren llegar a la fórmula mágica de un vídeo viral, pero ¿existen realmente los ingredientes de la viralidad o simplemente es una cuestión de azar?

A través de las distintas nacionalidades de nuestro personal nativo hemos elaborado una lista de las campañas que más triunfan en sus diferentes países. Cojan palomitas, tomen asiento, pónganse cómodos y prepárense para disfrutar. ¡Comienza la Navidad en la pequeña pantalla!

Nuestra primera parada es Reino Unido, donde la cadena de tiendas John Lewis abrió el camino de los anuncios navideños hace ya bastantes años y que este 2018 ha contado ni más ni menos que con Elton John como protagonista. “Fue un placer ser parte de este maravilloso anuncio de Navidad. Espero que lo disfruten #EltonJohnLewis”, publicó el cantante en su cuenta de Twitter, un tweet que suma ya más de veintidós mil retweets. Este anuncio cuenta la historia de cómo un piano puede marcar la vida de un niño, un pequeño Elton John al que le cambió el destino cuando le trajeron este instrumento por Navidad porque “algunos regalos son más que un regalo”.

 

Sin embargo, no es el único anuncio que está triunfando en Reino Unido, el spot navideño de Sainsbury’s también ha tenido un gran recibimiento. ¿Qué padre no ha asistido emocionado a la representación navideña del colegio de su hijo? ¿Quién no se ha sentido alguna vez como esta tímida estrella dorada ante un público que la observa? Empieza la melodía del clásico de los 90 “You Get What You Give” y lo que parece que será un auténtico desastre acaba siendo un éxito porque… cuando vences el miedo, ¡no hay nada que te pare!

 

Sin embargo, el anuncio que este año no se verá en las cadenas de televisión británicas será el de los supermercados Iceland que aborda la polémica sobre el aceite de palma. Debido a la estricta normativa sobre los contenidos con naturaleza política, este anuncio fue prohibido por estar bajo la dirección de Greenpeace. Por ello, las redes sociales tuvieron que hacer su trabajo mostrándolo al mundo entero bajo el hashtag #NoPalmOilChristmas. ¡Imposible no enamorarse de este simpático bebé orangután!

Entre todos los evangelizadores encontramos al presentador de televisión James Corden que también lo compartió en su Twitter y ya cuenta con más de 18 millones de reproducciones y más de 227 mil retweets.

 

De la mano de nuestros compañeros franceses nos llega la emocionante campaña navideña de la operadora de telefonía móvil Bouygues. Principalmente se trata de un homenaje a los padres a través de un anuncio donde, en poco más de un minuto y treinta segundos, vemos como el niño crece acompañado por el simpático baile de su padre y la melodía de “Come and Get Your Love” de la banda Redbone.

 

Desde Alemania la cadena de supermercados Penny nos trae una verdadera obra de arte navideña que, alejado del mundo consumista, homenajea a los padres luchadores que hacen todo lo posible por cuidar a su familia. Amor en estado puro es lo que sentimos a través de la piel de una madre soltera que no logra cumplir los deseos de su hijo porque carece de recursos económicos, pero que encuentra la manera de darle a su hijo lo que necesita porque “En Navidad solo se necesita amor”.

 

Nos trasladamos hasta Italia para descubrir la campaña navideña de la empresa de productos de panadería Bauli, que ha creado un entrañable anuncio para demostrar que “cuando pones el corazón, todo puede suceder”. Un guiño a la familia contemporánea donde un niño idea un divertido plan para conseguir que su madre sea feliz.

 

En Portugal Vodafone también apuesta por las familias contemporáneas y nos invita a aumentar el número de personas que están en nuestro corazón incluyendo a los hijos de nuestras nuevas parejas, nuevos hermanos, madrastras y padrastros… porque más allá de lo que nos dijeron de estas figuras los cuentos clásicos de la literatura, lo que verdaderamente importa es el tamaño de nuestro corazón.

 

En Holanda, la Navidad es la fiesta favorita del simpático oso Bobbie y lo celebra animado por todas sus tiendas. Un entrañable muñeco al que los holandeses ya pueden ver por todas partes, incluso como presentador de un programa de entrevistas en las redes sociales.

 

En España, sin duda los dos anuncios que más están triunfando giran en torno a una misma idea: “desconectar” de las pantallas, las redes sociales y la tecnología para “conectar” cara a cara con las personas más importantes. Lo irónico es que estos anuncios nos están llegando a través de las redes sociales. Del emotivo anuncio de Ruavieja que dio la campanada hace unas semanas al reciente spot de Ikea. Muchos han sido los debates que han surgido en los últimos días sobre si hay realmente una concienciación social por un uso responsable de la tecnología o simplemente buscan la lágrima fácil. ¡Juzguen ustedes mismos!

 

Llegó el momento de cruzar el charco para irnos hasta México, donde uno de los anuncios de producción propia que más está triunfando esta temporada es el de KFC, la conocida franquicia especializada en pollo frito, y su tradicional mensaje con toque de humor que nos muestra que “Lo importante en Navidad es disfrutar juntos”.

 

Pero ¿es necesario gastar miles de euros para convertirse en el anuncio del año? El cineasta Phil Beastall hace unas semanas hizo público a través de su cuenta de Twitter el corto navideño ‘Love is a Gift’ (El amor es un regalo) grabado en 2014 con £50 para demostrar que no hacen falta grandes presupuestos para contar una buena historia. Desde entonces este vídeo sobre un joven recordando a su madre fallecida no ha dejado de viralizar por las redes sociales.

 

Una vez más, los hechos nos demuestran que las grandes historias no necesitan grandes presupuestos para ser contadas, lo que se necesita es mucho arte y pasión por contarlas.