Seguro que ya has oído hablar de NFT o token no fungible. Un token no fungible (TNF, también conocido por la sigla NFT, del inglés non-fungible token) es algo así como un certificado de autenticidad inviolable (es decir, a prueba de hackers) que nos ofrece la seguridad de que somos los dueños universales de cualquier forma de arte digital, (dibujo, coleccionable, foto u obra musical, entre otros artículos digitales). Además, este token criptográfico representa un ente único o auténtico pero que, a diferencia por ejemplo de las criptomonedas, no es intercambiable. Así, podemos decir que los NFT son únicos, indivisibles e intransferibles.

Un ejemplo muy claro que indica la diferencia entre fungible y no fungible es que, por ejemplo, una moneda de cincuenta céntimos es intercambiable por cualquier otra unidad individual similar. Según esta misma premisa, las criptomonedas serían activos fungibles o al menos sustancialmente fungibles. En el caso de Bitcoin, es una criptomoneda parcialmente fungible porque una moneda o divisa puede ser intercambiada por otra.

Sin embargo, si atendemos a su historial de transacciones vemos que es accesible o disponible a todo el mundo. De esta manera, cada divisa única podría ser identificada y ubicada, aunque no se sabría su autoría. Precisamente este es uno de los puntos vulnerables atribuidos a los Token fungibles, que están en el punto de mira de los reguladores porque su anonimato total puede favorecer el blanqueo de capital (pero ese es otro tema). Volvamos al que nos ocupa en este artículo, ¿Cuál es la forma más sencilla de entender un NFT?

Un acercamiento a los NFT: dummies, pero interesados

Una de las aproximaciones más sencillas o gráficas es intentar imaginar los NFT como si fueran una versión, digital y todavía llamada futurista, de los certificados de autentificación, especialmente los que se ven en mercados como el arte y obras de colección en el mundo ‘real’ (no digital). ¿Qué novedad, entonces, presentan los NFT con respecto a estos certificados? Su base es 100% tecnológica, pero ni siquiera esto es algo tan novedoso como podamos creer. Los NFT implican que existe un código que atribuye valor monetario a un activo concreto y específico, lo que le convierte en único. Sabemos lo que estás pensando, ‘’¿desde cuándo en Internet hay algo único? ¿Especial, genuino? Si todo se puede terminar copiando, ¿verdad?’’

Esta reflexión no es, para nada aventurada. Pero vayamos más allá. Un cuadro de Picasso se puede catalogar como único, pero, no obstante, puede ser falsificado, fotografiado, dibujado o copiado. Pero, el cuadro, la pintura original que pintó uno de nuestros artistas más internacionales, tiene un valor en divisas que no tienen, y nunca tendrán, sus copias. Como ocurre con las obras de arte pictóricas cotizadas, los tasadores se encargan de estipular X precio a dichos cuadros. Pues bien, en términos de tecnología blockchain, es este ámbito el que otorga un NFT el valor que lo convertirá en ’único’.

Tecnología blockchain y NFTs.

El uso de los NFT

¿Cuál es el protocolo de uso de los NFT? Ya sabemos que la tecnología blockchain permite que cada NFT (ya sea una imagen, sello o un GIF o avatar) posea propiedades especiales que jamás puedan copiarse o duplicarse en el escenario digital, (insistimos, como sí puede duplicarse un Bitcoin u otro tipo de criptomonedas). Una vez aclarado el concepto de fungibilidad, podemos volver al núcleo de nuestro tema: ¿qué son los tokens no fungibles y cómo funcionan?

Ya sabemos que los tokens no fungibles son únicos e identificables. De este modo, ningún token diseñado o elaborado podrá parecerse a otro, tanto, que se logren confundir. Otra de sus cualidades es que, ese conjunto de rasgos ‘peculiares’, logran que se pueda mostrar con gran facilidad quién es el creador del token, así como generar grandes beneficios por cada vez que se vendan. Para entendernos, si posees un token puedes venderlo a través de diversos mercados o plataformas, sea o no gracias a intermediarios. Has de saber también que, si eres propietario de NFT, puedes venderlos favoreciendo que el creador original del activo gane derechos de reventa y, por supuesto, también puedes quedártelos sin hacer ningún tipo de transacción con él. El activo seguirá, para que nos entendamos, ‘asegurado’ por una cartera de criptodivisas.

Ventajas y cualidades de los NFT: dónde se utilizan

¿Dónde se utilizan los NFTs? Es relativamente común que sean utilizados en plataformas descentralizadas, también llamadas DApps. También pueden comercializarse en mercados abiertos ya bastante ‘famosos’ y que, entre otras opciones, ponen en contacto a compradores con vendedores, como son: OpenSea, SuperRare o Foundation. Uno de los grandes mitos o, mejor dicho, creencias en torno a los NFT, es por qué generan ese incalculable valor, a veces absurdo o totalmente desproporcionado para la mayor parte de la gente de ‘a pie’.

En este sentido, fue sonado el caso del cromo de Pokémon digital de hace años, o las Cryptokitties, los ‘amorosos’ gatitos en forma de avatar que revolucionaron hace un par de año las redes cotizándose a precios imposibles.  Quizás este sea uno de los ejemplos más sencillos de entender para los neófitos del mundo blockchain y NFT.

¿Dónde estaba el truco? ¿Por qué una creatividad de un gato, por simpático que fuese, llegó a costar 115.000 dólares? Los dueños de la plataforma no se andan con rodeos y hay leyendas urbanas que rezan que siempre responden lo mismo a los medios: ‘’fácil, la gente se creyó que el precio real era ese’’. He aquí lo que, para muchos, es el quid de la cuestión en el universo NFT: por muy desorbitado que parezca un precio, si la gente lo asume como el verdadero, entonces, se venderá.

La letra pequeña de los NFT

Pero repasemos otras ‘bondades’ de los NFT que no todo el mundo conoce: para empezar, no pueden ser utilizados en juegos similares. Es decir, si has adquirido un avatar en una plataforma, no podrás utilizarlo en otra, por parecida que sea (ejemplo, videojuegos o páginas y apps con similares temáticas y objetivos). Sí, esta era previsible. Pasemos a una segunda ventaja: son indivisibles. A diferencia de las divisas digitales, los NFT no permiten que los ‘dividas’, sino que constituyen un solo ente, único, completo y con precio cerrado. Además, son imposibles de destruir. Tal y como ocurre con las criptomonedas, y gracias a un Smart Contract la información de un NFT se guarda gracias a la tecnología blockchain, lo que impide que se pueda destruir o copiar.

Además, los NFT te pertenecen por completo; son tu ‘tesoso’, tu ‘criptonita’, un bien que, por valioso y vulnerable que te parezca solo te pertenece a ti, no existen licencias ni activos a compartir o ser prestados. La validación y la autentificación hacen posible que la cadena de bloques verifique quién ha comprado o vendido un NFT en el escenario digital, así como quien es el actual y ‘universal’ propietario.  Asimismo, en el historial queda reflejado quién lo creó y quién lo adquirió en primera instancia.

Certificados digitales

Y ahora, un dato jugoso, de esos que nos gustan, para ilustrar este curioso e inminente escenario en el que todos, (no lo dudemos) terminaremos moviéndonos como peces en el agua. El pasado 11 de marzo, un conocido diseñador digital llamado Beeple vendía mediante subasta una de sus obras por nada más y nada menos que 58 millones de dólares. Sin embargo, esta obra es digital, no fue entregada en sí misma: fue entregado un certificado digital que otorgaba la propiedad; es decir, un NFT. Y es que, como te decíamos, uno de los símiles más certeros o que afinan más con respecto a los NFT son los certificados digitales o de propiedad en Internet.

Pero cuidado, que sean digitales no impide que no se pueda especular o ‘jugar’ con ellos. Como ocurre con otro tipo de bienes, los precios se están disparando al negociar tanto con los NFT. Podríamos poner infinidad de ejemplos en la reciente vida de los NFT. Uno de ellos, muy sonado, el de un inversor norteamericano que adquirió un vídeo (obra de arte digital) NFT por 60.000 dólares, para revenderla por 6.6 millones al cabo de unos días.  Además, otro caso más cercano a las redes sociales; el de Elon Musk, famoso por compartir un meme que su diseñador vendió como NFT de 20.000 dólares. El comprador lo puso en venta por 275.000 dólares.

NFTs como futuro de los negocios

Como ves, el mundo de los NFT o NFTs es un auténtico nicho de negocio. De hecho, para muchos especialistas en finanzas, las nuevas generaciones sabrán que los contratos y activos digitales serán las inversiones ‘definitivas’, y poco a poco nos despojaremos de la obsoleta idea de que lo que más valor tiene es aquello que puedes ver, tocar o sentir. Ni siquiera se le pone puertas al complejo y etéreo mundo de las emociones ya que, según expertos, y como te contábamos hace poco en el artículo sobre Meta y Facebook, en un futuro muy cercano podremos reunirnos, interactuar, tocar, sentir u oler en la realidad virtual. Pero esa no es la principal aspiración del mundo de los NFts, al menos por ahora, sino que se trata de un escenario donde prima el intercambio por intereses meramente económicos.

Volvamos a los mercados de los NFT, que se dividen en cuatro grandes categorías: mercados abiertos, mercados seleccionados, mercados de coleccionables o mercados de juegos. En los abiertos puedes encontrar ‘casi cualquier cosa’: desde archivos de música, hasta arte visual u otro tipo de artículos. Además, en los mercados seleccionados, encontraremos a artistas autorizados que acuñen arte digital. Se centran, principalmente, en tokens de arte digital de alta calidad. Por su parte, los llamados coleccionables son conjuntos de NFT que tienen una marca de calidad similar, como CryptoPunks, por ejemplo.

El mercado coleccionable de CryptoPunks está concebido con el mismo estilo, pero posee colores variados y varios tipos de ‘caras o de muñecos’. Por último, el mercado de juegos, fácilmente confundible con el de coleccionables, también ofrecen un estilo y tono similar, al tratarse del universo lúdico (Cyptokitties).

El primer mercado NFT

OpenSea se considera el primer mercado NFT; obteniendo el mayor volumen monetario en la primavera de 2021, con respecto a otros mercados. Por otro lado, está Foundation. En Foundation, la comunidad (futurista y de vanguardia, a juzgar por su web) puede votar por las obras que aparecen en la app. El usuario se crea su propia cuenta y este queda incluido en lo que se conoce como comunidad Upvote; a partir de ahí hay diversas formas de proceder a nivel NFT.

Se comenta que la intención de este mercado es poner en manos de los creadores de todo el poder. Su comunidad no para de crecer y su nivel monetario tampoco. NBA Top shot No es tan novedoso como otros mercados, pero NBA Top Shot ya se considera un caso de éxito financiero, con más de 300.000 usuarios. Según fuentes de DappRadar, este mercado ha ganado más de 180.000 dólares en solo un mes. En cuanto a su diseño, la web es bastante previsible teniendo en cuenta que se alinea con el imaginario que desprende el Basket a nivel mundial.

Qué tener en cuenta a la hora de comprar NFT

Los expertos en NFT aseguran que existe un matiz importante a la hora de comprar o hacerte con un NFT: el de si lo adquieres por hobbie, porque te gusta, o como experiencia, o si se trata de una inversión. Si es el segundo caso, hay que advertir que los NFT son todavía ‘entes novedosos’, en continuo movimiento y que, igual que ocurrió con las criptomonedas, tiene que pasar algo más de tiempo para que se reconozca su valor. Así que, es complicado aseverar si es recomendable invertir en NFTs ‘así como así’. Por ello, se invita siempre a la información, reflexión y valorar las peculiaridades de cada tipo de mercado de NFTs en el que te muevas. Pero sí existe un factor importante a tener en cuenta a la hora de invertir, y es el valor esencial de cada NFT.

Además, se recomienda tener presente la tendencia FOMO (Fear Of Missing Out), para generar presión en los usuarios o potenciales clientes con titulares engañosos como: ‘’Hazte ya con ellos, se revalorizarán en el futuro y no podrás permitírtelos’’ o ‘’El precio será incalculable mañana y son demasiado valiosos hoy’’. Por último, atiende a los costes de transacción. Se trata de operaciones que, dependiendo de la congestión de la red, pueden llegar a ser muy costosas y añadirse al valor del NFT. ¿El resultado? Ahora sí, un precio incalculable. Pero, cuidado, esto es lo que convierte a los NFTs en ‘el oscuro objeto de deseo’ para muchos.

Las marcas y los NFT

McDonalds se sube al carro de los NFT.

Hay una verdad que parece incuestionable, y es que, a medida que los NFT sigan generando tanta expectación e interés, más marcas se subirán al carro y empezarán a diseñar sus propios coleccionables digitales en aras de un negocio próspero que, además, les augure un rincón en el olimpo de las firmas más vanguardistas. Algunas, como Coca Cola o McDonalds ya se han subido a ese carro. En concreto, la firma de hamburgueserías más famosa del mundo decidió en abril de este año que finaliza, crear su su propia colección de Tokens No Fungibles. Los NFT aludían a los productos más icónicos de la marca: Big Mac, las patatas fritas, los McNuggets y el Sundae. Se comenta que parte del éxito de la campaña de McDonalds fue, precisamente, regalarlos entre sus consumidores a través de concursos, y no ponerlos en venta. El éxito y el boca a boca hicieron el resto.

Probablemente la marca americana quede para posteridad como una de las primeras firmas en apuntarse al universo NFT y gratis, ‘todo por sus consumidores’, su gran familia. Otro mensaje que funciona mucho en el incipiente negocio NFT es el de atribuir a la firma o plataforma que lo promueve mensajes alineados con consignas pro DDHH, en concreto, anti-homofobia, profeministas o antirracistas (Black Lives Matter entre otros). Givenchy Parfums lo sabe bien, y por eso lanzó un NFT en asociación con Amar Singh, conocido activista LGTBIQA con motivo del Orgullo Gay. Las 1.952 se agotaron en apenas un minuto. Hasta el gigante de Amancio Ortega, (ahora de su hija, Marta), no se ha podido rendir ante los encantos del metaverso y ya ha lanzado su primera colección específica para esta nueva era digital: «AZ Collection».

El futuro pasa por los NFT

De lo que parece que no hay dudas, es de que, todos, tarde o temprano, acabaremos subidos en el barco de los NFT y de nosotros depende cuándo empezar a informarnos, así como valorar si queremos formar parte de este nuevo universo de manera activa o pasiva. El mercado de NFT revela, por un lado, la evolución imparable de un mercado que genera más de 10 millones de dólares de transacciones ¡a diario! en el mundo. Según datos de NonFungible.com, solo en el primer trimestre de 2021 fueron comprados 2.000 millones de dólares en NFTs. No parece una cifra para subestimar una nueva forma de entender las finanzas, aunque, por ahora, se resuma a ‘arte digital’. Los expertos ya atisban que esto solo es el comienzo, el germen, de un nuevo escenario que producirá traspasos de riqueza nunca conocidos en la Historia.