Hace 17 años nacía una red social destinada a arrasar en todo el mundo: Twitter. En poco tiempo fue ganando seguidores hasta convertirse en un altavoz global en el que las personalidades más relevantes de todos los ámbitos comunican sus novedades u opinan sin pelos en la lengua de lo que toque. Con la compra y posterior reorganización de Elon Musk nadie sabe muy bien lo que sucederá pero por ahora continúa su camino. Bienvenidos al mundo de X.
El gran terremoto de X y Elon Musk
El 4 de abril del 2022 el mundo de las redes sociales sufrió un terremoto como nunca antes había experimentado. Elon Musk, el creador de Tesla, aventurero espacial con Space X y también propietario de la fortuna más grande del mundo se hacía con la mayor parte de las acciones de Twitter, un 9,1%. Comenzaba un vaivén de ofertas, subidas y bajadas en bolsa y polémicas varias que culminaron el 4 de octubre del 2022 con la compra final por 44.000 millones de dólares.
Desde entonces ha dirigido la red social del pájaro azul de manera un tanto errática, poniendo patas arriba la empresa. Repasemos algunas de sus medidas más polémicas:
- Destituyó a todos los altos ejecutivos.
- Despidió al 80% de sus empleados.
- Instaló camas en las oficinas para que los trabajadores pudieran trabajar jornadas de hasta 12 horas diarias
- Suspendió las cuentas de periodistas que informaban sobre él y sus negocios.
- Amenazó a Apple y Google con quitar la App de Twitter de sus tiendas online.
- Cambió el nombre original por X de la noche a la mañana.
- Ha logrado situar a X como la red social que más bulos negacionistas difunde sobre el cambio climático, según un reciente informe de Climate Action Against.
El panorama no es muy esperanzador para el gran foro de debate y discusión mundial. Pero rebobinemos un poco hacia mejores tiempos para comprender la importancia de esta red social, una de las pocas que ha sobrevivido manteniendo su vigencia hasta ahora.
San Francisco, donde nació Twitter
En el año 2004 la ciudad del Golden Gate era muy diferente de la que es ahora. Todavía podías alquilarte un piso sin necesidad de ganar una fortuna mensual. Allí un programador llamado Noah Glass creaba en 2004 Odeo, algo parecido a un contestador automático del siglo XXI que pronto mutó en un proyecto de podcast. La era de las startups había comenzado y todos querían subirse al carro. Odeo fue creciendo y ganando empleados, entre ellos un joven diseñador llamado Jack Dorsey.
Lamentablemente, Odeo quedó sentenciada de muerte cuando el gigante Apple anunció su propio servicio de podcast en iTunes. Tocaba reconducirse. A Dorsey, junto con los ex Google Biz Stone y Evan Williams, se le iluminó la bombilla y visualizó algo así como un servicio de SMS en el que poder conversar. De hecho, los famosos 140 caracteres no eran una cifra al azar, era lo que SMS les permitía.
Tras muchos quebraderos de cabeza en 2006 nacía por fin Twitter. El primer tuit de la historia lo escribió el propio Dorsey y simplemente decía “just setting up my twttr” (simplemente ajustando mi Twitter). Y a partir de ahí la locura por el microblogging no paró de crecer y abrirse al mundo. La versión en español llegaría en 2009 pero en España el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero ya contaba con su cuenta oficial, hecho por el que Twitter felicitó al político español.
Otro hecho histórico se dio al siguiente año. El 23 de agosto de 2007 un usuario común de la red tuvo la genial idea de proponer aunar conversaciones bajo un símbolo, la almohadilla o hashtag, que a partir de entonces traspasará las fronteras de Twitter para conquistar todo el mundo digital.
De Dorsey a Musk: los CEOs de Twitter
En las altas esferas hubo muchos movimientos en los primeros tiempos. Jack Dorsey pasó de ser el CEO, a ser despedido por Evan Williams; Noah Glass también fue fulminado sin miramientos. El futuro prometía con el número de usuarios creciendo exponencialmente. Solo en 2009 el número de usuarios creció un 1300 % pasando de 5 a 71 millones de usuarios. Pero aún así, Twitter seguía sin generar beneficios muy notorios, ni siquiera cuando en 2010 se comenzaron a ofrecer los tuits promocionados. Dorsey vuelve a convertirse en CEO en 2015 aunque solo hasta 2021.
Y así llegamos al presente, con Elon Musk al frente y unos 540 millones de usuarios según él mismo afirmaba en julio. Con las aguas bien revueltas, Mark Zuckerberg vio la oportunidad y lanzó Threads que en sólo 15 días lograba 100 millones de usuarios. Pero todo lo que sube, baja. Y en el caso de Threads fue un buen drama; a mediados de agosto había perdido al 79 % de sus usuarios. No podemos ni imaginarnos la celebración en Villa Musk…
Un lugar para la información y la diversión
Twitter se ha convertido en una herramienta social fundamental sobre todo para el periodismo. Es el primer lugar para buscar la actualidad en tiempo real. Todas las grandes personalidades de la política cuentan con su cuenta. Muchas veces sus grandes decisiones se anuncian antes en Twitter que en ruedas de prensa. El papel de Twitter ha sido muy relevante en revoluciones como la primavera árabe, las revelaciones de #WikiLeaks, el movimiento feminista #MeToo o el antirracista #BlackLivesMatter. Todos ellos encontraron en Twitter / X el lugar en el que poder expresarse libremente y sin tapujos.
La red californiana siempre ha sido un paraíso para la libertad de expresión y ha intentado luchar contra la desinformación. Así, en 2021, tras el intento de asalto al Capitolio por una turba alentada por Donald Trump, Twitter decidió suspender la cuenta del ex presidente americano por “incitación a la violencia”. Pero con Elon Musk al frente, el extravagante ex presidente americano recuperó su cuenta.
Y luego está el cachondeo. En X /Twitter lo hay y mucho. El límite de caracteres saca el ingenio de muchos usuarios y el formato se ha revelado como ideal para chistes y memes, aunque no todo el mundo tenga el mismo sentido del humor.
En nuevo mundo de X
Con Musk al frente llegaron muchos cambios además de polémicas. Adiós al pajarito azul, ahora es el turno de la fría y futurista X. La gran apuesta para esta nueva era es el servicio X premium o Twitter Blue hasta hace unos meses. Su precio en la web propia de X está en nuestro país en 9,68€ mensuales y los 101,64€ anuales. ¿Y qué ofrece? Entre otras cosas:
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- Editar el post, una función óptima para los metepatas que en Twitter siempre se negaron a implementar por ir en contra de su esencia.
- Deshacer post: ofrece la opción de retractarse de un post después de haberlo enviado pero antes de que nadie pueda verlo.
- Limitar la publicidad, hasta un 50% menos.
- Posición prioritaria en la búsqueda y la conversación.
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- Límite de 25.000 caracteres como máximo.
- Formato de texto: poder utilizar negrita y cursiva.
- Carga de vídeos más largos, de hasta 3 horas de duración y archivos de 8 GB.
- NFT como foto de perfil, que se muestra en un marco hexagonal.
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- Modo lectura para ver los hilos sin interferencias y del tirón.
- Navegación personalizada: permite elegir lo que aparece en tu barra de navegación y así generar un acceso rápido a lo que más te interesa.
- Creación de comunidades, espacios exclusivos para comunicarse.
- Acceso a Media Studio, para editar y gestionar imágenes y vídeos.
El futuro es incierto para X. A pesar de los movimientos erráticos de Elon Musk, por el momento la red resiste y sigue siendo más o menos lo que era, un gran medio de información y entretenimiento que refleja bastante bien lo que son nuestras sociedades. Veremos lo que nos depara el futuro.
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